Con las pruebas aportadas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Juez de primera instancia dictó sentencia condenatoria acumulada de 72 años de cárcel en contra de pareja acusada de obligar a dos menores de edad, de nacionalidad hondureña, a prostituirse en calles de la delegación Cuauhtémoc.
Informes de la Subprocuraduría de Procesos indican que Javier Rivera Flores y Lucinda Miranda López fueron encontrados penalmente responsables del delito de trata de personas, agravado.
De igual manera, el impartidor de justicia 23 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente, sancionó a la pareja a pagar 269 mil 190 pesos de multa y 265 mil 440 pesos como reparación del daño moral.
ANTECEDENTES
La Procuraduría capitalina acreditó, en el expediente 144/2011, que una de las víctimas, de 15 años, originaria de la República de Honduras, ingresó al país en enero de 2011, para reunirse con un familiar en la ciudad chiapaneca de Tapachula; el propósito era ayudar a trabajar como cocinera.
En esa localidad, la adolescente conoció a Javier Rivera, quien con engaños la enamoró y convenció para que lo acompañara al estado de Tlaxcala a ver a la mamá de él y vivir juntos. Ya en dicho estado, la víctima fue trasladada a la casa de la supuesta madre de Javier y ahí le presentó a Lucinda Miranda López, quien estaba en la vivienda y días después los tres viajaron hacia el estado de Querétaro.
En esa entidad federativa, el sujeto presentó a la víctima como otra de sus mujeres y explicó que Lucinda se vendía con hombres y que ella tenía que hacer lo mismo. Fue llevada a un hotel y le dijeron lo que debía de hacer con los clientes. Los ahora sentenciados le entregaron una credencial de elector falsa con otro nombre.
De Querétaro se trasladaron a la Ciudad de México, específicamente a un hotel localizado en inmediaciones de la estación Pino Suárez del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, donde la vigilaban para que no escapara.
La otra víctima, también menor de edad y originaria de la República de Honduras, de igual manera conoció a Javier Rivera en el parque central de Tapachula, Chiapas.
Con el mismo modus operandi, el sujeto cortejó a la adolescente hasta que accedió a irse a vivir con él, trasladándola inicialmente al estado de Tlaxcala y de ahí a la capital del país, donde la obligó a prostituirse en diferentes hoteles en la zona de La Merced. |
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